9 DE ABRIL DE 2021
El pasado viernes coincidiendo con el cumpleaños de Santa Carmen Sallés nuestro colegio Concepcionista de San Lorenzo de El Escorial celebró una Eucaristía por los 125 años de presencia Concepcionista en el municipio.
Fue una celebración muy entrañable en la que, debido a las restricciones, solo pudieron asistir de forma presencial el Gobierno General y Provincial, la Comunidad Religiosa del Colegio, el Equipo Directivo y los delegados de las clases del colegio. La Eucaristía fue retransmitida en directo, haciendo partícipes a todo el colegio, las Comunidades Educativas y familia Concepcionista.
“Todo pasa y todo queda… se hace camino al andar”.
Muchos días han pasado, muchos años, numerosos recuerdos quedan en la memoria, en los archivos, en las vidas entrelazadas y enriquecidas; largo camino se ha hecho al correr de los años, con aquel lema bien conocido de nuestra Madre Fundadora ‘adelante, siempre adelante, Dios proveerá’.
Y ciertamente, Dios ha ido proveyendo un fecundo camino concepcionista en el Escorial.
Podemos hoy agradecer al Señor de la vida, al resucitado, la intuición que inspiró a M. Carmen en agosto de 1895, para venir y sembrar en el corazón de las niñas y jóvenes una formación sólida, que pudiera dar buenos frutos a lo largo de sus vidas. Ese sueño iniciado, continúa su andadura. Gracias, Señor.
Vinculada a los PP. Agustinos tuvo M. Carmen la mirada abierta a varias necesidades: por un lado, las hijas cuyos padres deseaban educación para ellas; por otro lado, acoger y formar a las huérfanas del Cuerpo de Carabineros, que residían en régimen de internado y en tercer lugar, la formación de jóvenes trabajadoras analfabetas, los domingos por la tarde.
Gracias M. Carmen. Viste la necesidad y dijiste allí voy. Y tras de ti, muchas hermanas concepcionistas han sembrado hasta hoy, educación en niños y jóvenes. Gracias a cada una de las que aquí dejaron una parte de su energía, de su saber hacer, de su inquietud. Gracias a vosotras la actual comunidad.
La guerra civil española supuso pérdidas considerables y esta Casa fue incautada. Finalizada dicha contienda fue recuperada y los trabajos de reconstrucción y ampliación iniciados en 1940, concluyeron en 1942. Volvían las risas, las travesuras, y el lento aprendizaje de las niñas que se nos confiaban año tras año.
Al correr del tiempo entre 1998 y 2001 el Colegio se amplió a 3 líneas acogiendo los alumnos procedentes del Colegio de las Madres Carmelitas y ampliando los espacios necesarios.
Un segundo aspecto que debemos hoy agradecer es la contribución que esta Casa colegio ha dado a las jóvenes que buscaban su camino dentro de la vida religiosa concepcionista. Aquí hubo aspirantes, que estudiaban en el colegio y preguntaban a Jesús cuál era su camino en la iglesia y en el mundo, y junioras, religiosas recién profesas que recorrían sus primeros pasos en la misión concepcionista. Destacamos en 1970 un juniorado internacional formado por jóvenes religiosas de España, Brasil, Japón, Venezuela. También hoy esta comunidad es casa juniorado, formando a quienes sienten la llamada a evangelizar el mundo actual mediante el ministerio de la educación concepcionista. Agradecemos al Señor de la vida, que renueva nuestras fuerzas y nos da fecundidad.
En el Real Sitio de El Escorial tuvieron lugar varios Capítulos generales, que son reuniones periódicas de evaluación y programación. En dichos encuentros, participan religiosas de todos los países, se comparten experiencias, se busca el querer de Dios, bajo la mirada de M. Carmen Sallés.
Asi se celebró el tercer capítulo en 1933, que iba dando forma a una estructura para esta congregación misionera llamada a expandirse por el mundo. Un capítulo significativo tuvo lugar en 1968, después del Concilio Vaticano II; la iglesia pedía renovación mirando a los fundadores. Agradecemos la vida y el dinamismo de M. Carmen Sallés, su entrega y la llamada permanente a mirar a María Inmaculada, -verdadera fundadora- modelo para cada religiosa y alumno concepcionista. Casas de María pedía ella que fueran nuestros centros, y las familias de nuestros alumnos.
Gracias, muchas gracias M. Carmen.
En 1934 residía en esta comunidad M. Amelia Román, que sufría de espondilitis tuberculosa incurable en el decir de numerosos médicos; haciendo la comunidad una novena a M. Carmen, el último día, de forma repentina, se sintió curada. Este milagro fue presentado y aprobado por la Iglesia durante el proceso de beatificación de M. Carmen en 1998.
El año 2004, viendo la necesidad de reforzar los cuidados de las hermanas mayores y enfermas, se remodeló una parte del convento para recibirlas, hasta que en 2009 se compró la Casa de las Rozas, donde actualmente residen.
Agradecemos el pasado fecundo, que puede llenar muchas páginas, en el detalle de quienes aquí se entregaron, se formaron y buscaron su vocación de servicio en la iglesia. Agradecemos el presente, que a causa de la pandemia, limita la celebración de este aniversario, dejando en el corazón de María Inmaculada el futuro fecundo de esta Casa concepcionista.
A los jóvenes, que buscáis el camino de la vida, agradezco que respondais ‘sí’ a la llamada de Dios como lo hizo M. Carmen Sallés.
A cuantos colaboráis en esta bella y fecunda misión concepcionista, mi sincera gratitud y atención. Es motivo de gratitud la colaboración de la Junta Directiva del APA que se ha mostrado cercana y comprometida, para llevar a cabo una labor conjunta en la formación humana y cristiana de sus hijos. Horas de dedicación, planificación de actividades, colaboración. Gracias.
Los Antiguos Alumnos esparcidos por el mundo pero especialmente asentados en estos preciosos parajes de la sierra de Madrid, testimonian haber sido educados en la Casa de María Inmaculada y una generación tras otra, nos confían a sus hijos. ¡Cuánta vida compartida! Gracias.
A los miembros del MLC que beben de la fuente de M. Carmen Salles e irradian vida buena que de ella brota, gracias.
Gracias Señor. Gracias María Inmaculada. Gracias M. Carmen.
‘Todo pasa y todo queda… se hace camino al andar’.
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